viernes, 8 de mayo de 2009

Femme fatale: Una ilusión en la mente del hombre


El origen del concepto de mujer fatal se remonta al siglo XIX. En esa época el sexo estaba ligado a las enfermedades de transmisión sexual y las escasos remedios existentes hacían que los hombres relacionaran placer y perdición. La prostitución estaba muy extendida y ellos creían que su deseo incontenible les llevaría a la tumba. En esa época existía un dicho popular entre la clase obrera: "La venganza del obrero, sus hijas". El explotador sería contagiado y llevado a la muerte a través del irresistible embrujo de la pasión femenina. Las mujeres se configuran así como un placer tan temido como deseado. Esta imagen se traslada a la obra pictórica de Munch y Klimt. Nace la mujer vampiro.

Tras la Segunda Guerra Mundial, en EEUU, los hombres descubren que al volver del frente sus mujeres les habían arrebatado sus puesto de trabajo. Era empleadas efectivas, por lo que no les sería fácil recuperarlos. Ante esta situación de miedo hacía el papel que podría desarrollar la mujer y a la perdida de su puesto en la sociedad nace la femme fatale del Cine Negro.

Este arquetipo de la mujer existe sólo en la mente de los hombres. Ninguna mujer puede ejercer esa influencia dominadora sobre ningún varón. Se trata de una imagen machista de la mujer. Una vez más, la culpa de Eva volvía a ellas. El hombre es un títere en manos de cínicas y maléficas bellezas femeninas. El único afán de estas mujeres es destruirlo.

Cabellera larga al viento, preferentemente rojiza, mirada penetrante acompañada de unos labios fuertemente marcados por un rojo inteso. Belleza animal, desprende una naturaleza viva, hiriente e irresistible. Su único compañero fiel es el misterio, duerme con el deseo despierto en su boca y el límete entre la cordura y la locura es su patria más querida.

Una de las primeras femme fatale nace en Alemania. En 1930 Marlene Dietrich interpretará a la cínica cabaretera Lola que llevará a la locura a un viejo profesor amable y bonachón. Estamos hablando de "El Ángel Azul" de Stenberg.


Sin embargo el género de Cine Negro se abre en América con su propia mujer perversa: Mary Astor en "El halcón maltés"(1941). La mentirosa creída por todos menos por el gran Humphrey Bogart. A diferencia de Lola, el personaje que interpreta Mary no conseguirá acabar con el detective y lo deja claro en esta célebre frase: "Lo único que tenemos es que quizás yo te quiera y tú a mí, pero pasaré unas cuantas noches malas y lo superaré"



"Todo lo hice por dinero y una mujer, y al final me quedé sin el dinero y sin la mujer" Fred MacMurray inicia así el fatal flasback que cuenta la perdición al que es conducido por codicia y por amor. Juntos asesinan al marido del personaje que interpreta Barbara Stanwyck en "Double Idemnity" de Billy Wilder (1944.)



Sin duda, entre estas damas negras no podemos olvidar a Gilda ( Rita Hayworth) con una de las actuaciones musicales más sensuales y descaradas de la historia del cine. La película del director Charles Vidor de 1946 es famosa sobre todo por la escena que se puede observar pulsando sobre Gilda.



Sin embargo la mujer fatal también tuvo su muerte en la pantalla. Su verdugo fue Orson Welles en una película en que interpretaba el papel de protagonista junto con su esposa (Rita Hayworth) y en la que llevó acabo una venganza marital. Mató a Gilda, le cortó su fogosa melena y la dejó morir rogándole clemencia. Final de un matrimonio de estrellas y declive del Cine Negro en el film que marca un final: "La dama de Shangai" (1948):

No hay comentarios:

Publicar un comentario