miércoles, 22 de abril de 2009

Santiago Carrillo: "Yo luchaba por un régimen democrático un poco más bonito que éste"


Santiago Carrillo sigue fumando como un carretero. Es un hombre tranquilo, cercano y amable. Me recibe su mujer, Carmen, una señora cariñosa y simpática, en el salón de su casa. Dos besos, un café y recuerdos distorsionados por el tiempo. Carmen saborea sus palabras: “ Tu abuelo era una gran persona, lo conocí en 1945, él nos organizaba en Tolouse ”. Nos organizaba, jerga de viejos camaradas que escondía un deseo común y que hoy refleja una oxidada parte de nuestra historia. Santiago Carrillo apuntilla: “Menudo personaje estaba hecho Armando”.

Ese Armando al que se refiere el histórico dirigente comunista es Armando Castillo Pérez, comunista granadino que luchó en el bando republicano durante la Guerra Civil y que después prolongó su lucha en el exilio durante más de 30 años. Entre sus hazañas se cuentan, entre otras, el haber volado un cuartel de la SS en el Sur de Francia. Armando murió en junio y con él muchas de esas aventuras de las que no le gustaba hablar y una parte de esa generación que pensaba que la libertad debía pesar más que sus propias vidas.

Nuestra democracia se sustenta de esos hombres silenciosos. Para algunos, viejos incómodos, para otros, héroes que en muchos casos entregaron su vida para conseguir un estado muy parecido a la España de hoy. Santiago Carrillo afirma: “Yo luchaba por una España que se parece mucho a la que tenemos hoy. Yo luchaba por un régimen democrático, un poco más bonito que éste, pero por un régimen democrático”

Pocos de los que conocieron a estos luchadores cuando usaban nombres de guerra y vivían en la clandestinidad siguen con vida. Santiago Carrillo es uno de estos pocos testigos que, a sus 94 años, continúa con la vitalidad suficiente, para, no contento con participar semanalmente en una tertulia radiofónica, tener abiertos a la vez varios proyectos literarios. En 2008 publicó “La crispación en España, de la Guerra Civil a nuestros días” y ahora se encuentra trabajando en un libro homenaje sobre sus camaradas.

Pregunta: ¿En qué está trabajando actualmente?
Respuesta:Estoy trabajando en un libro que va a exaltar la figura de una serie de viejos camaradas que tuvieron un papel muy importante en la Guerra Civil y en la resistencia antifranquista después. Muchos de los cuales terminarían fusilados o asesinados de cualquier forma por el franquismo. Evidentemente no podré incluir a todos porque para eso haría falta no un libro, sino una enciclopedia.
P: Mi abuelo dijo antes de morir que le hubiera gustado nacer en un país como el que tenemos hoy día, ¿comparte una visión similar?
R:Hombre, claro. Tu abuelo era una gran persona y nació en un país que lo obligó, creo que a los 16 años, a empuñar un fusil para defender las libertades. Nació en una región en la que los terratenientes eran dueños de todo. No había ninguna posibilidad económica de emancipación.No había libertades. Había hambre. Había una represión brutal en cuanto los ciudadanos se movían contra la política reinante, y, efectivamente, comparado con lo que es hoy España, creo que tu abuelo tenía muchísima razón al decir que le hubiera gustado nacer ahora.
P: Su imagen idílica de España cuando luchaba por ella en el exilio, ¿cuál era?
R: Yo luchaba por una España que se parece mucho a la que tenemos hoy. Sabía que plantearse la transformación socialista de la sociedad hubiera sido una pura utopía.
Yo luchaba por un régimen democrático, un poco más bonito que éste, pero por un régimen democrático y pensaba que en ese tipo de estado, mis ideas tendrían más posibilidades de extenderse, de ganar las conciencias de los ciudadanos de este país.
P: Después de la figura del Rey Juan Carlos, ¿ve que la Monarquía tiene futuro?
R:Yo creo que la Monarquía tiene presente.
P:Presente ¿Futuro no tiene?
R:El futuro es una república universal. Claro que no es un futuro que esté ya a la vuelta de la esquina. Pero, en ese sentido es en el que digo que la Monarquía tiene presente.
P:Ahora coménteme algo sobre el título de su último libro: “Lacrispación en España, de la Guerra Civil a nuestros días”. ¿Dónde se encuentra actualmente esa crispación?
R: Esa crispación se encuentra en la vida pública. En la actitud, particularmente, del PP, de la mayoría de la Asamblea Episcopal que están llevando a la calle posiciones extremas, reaccionarias y que en el Parlamento están haciendo filibusterismo, en vez de una oposición práctica y constructiva.
P:¿Considera que la Iglesia está actuando como un partido político?
R: La Iglesia está actuando como la levadura de un partido político de derecha, igual que hizo en el periodo de la República. Lo hace en posiciones más extremas todavía que las oficiales del PP.
P: ¿Debería haber un cambio constitucional hacia una España totalmente laica?
R: Yo creo que la Constitución es una constitución laica. El Estado es un estado aconfesional. Lo que sucede es que en la práctica pública diaria, muchos hábitos y costumbres del franquismo siguen vigentes. No se trata de reformar la Constitución, se trata de reformar diversos hábitos políticos públicos propios de un estado confesional.
P: Cuando el papa Juan Pablo II visitó España en los 80, usted lo describió como un militar. ¿Cómo definiría al actual Papa?
R:Yo creo que es un burócrata vaticanista limitado, con ideas todavía más reaccionarias que las del Papa anterior. Se ha demostrado ahora en su viaje por África , en sus declaraciones sobre el SIDA y, en general, en su política.Es un Papa que está retrotrayendo al conjunto de la iglesia a periodos pasados más distantes cada vez de la cultura, de los hábitos y de las costumbres que imperan hoy en el mundo.
P: En cuanto a Obama, ¿considera que tiene un discurso propio o mezca muy bien a Roosevelt, Luther King y Kennedy?
R: Yo creo que el nuevo Presidente de los EEUU no es un revolucionario socialista, pero es un hombre de ideas progresistas que, en ciertos aspectos, ha modificado ya la política emitida por EEUU en todos estos años. Yo no sé hasta donde va a llegar, pero creo que si es fiel a su campaña, su presidencia puede ser una presidencia positiva para la política mundial.
P: Ahora, para terminar, me gustaría que hiciera una valoración personal acerca de cómo ve España en el futuro.
R:Hoy la globalización ha cambiado mucho los términos de las políticas nacionales. Hoy, por ejemplo, lo que nos haría falta no es sólo una nueva izquierda española, sino una nueva izquierda europea. Yo creo que hace falta que esa globalización se desenvuelva en una dirección progresista hacia la supresión de las desigualdades, de clases oprimidas y de clases opresoras. Yo creo que el futuro, porque yo tengo confianza histórica, será así, pero habrá que luchar mucho. Los cambios tendrían que producirse de una manera cada vez más global y más democrática.
P: ¿Para ello no haría falta que la política estuviera más ligada al ciudadano y así la democracia sería más efectiva?
R: Para que esa democracia fuese más efectiva lo que sería menester es que el ciudadano tuviera una conciencia política más desarrollada.
P: Lo que pasa que a veces esa conciencia solo se toma cuando se está en una situación negativa.
R: Lo que pasa es que esta sociedad democrática tiene muchos defectos, que habrá que pensar en cómo se superan.La democracia tiene que buscar la solución para que la libertad de expresión sea real. Hoy no es totalmente real. El ciudadano corriente no es dueño de ningún diario donde pueda emitir su pensamiento. Creo que la democracia hoy es bastante limitada porque existe un poder económico que la condiciona.Los medios de comunicación actualmente son grandes negocios mundiales.



Lidia Castillo Alonso.



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