Espartacus: ¿Ostras o caracoles?

En la película Espartaco ( Kubrick, 1960) aparece una escena donde un patricio romano (Laurence Olivier) tantea la tendencia sexual de un apuesto esclavo, Antoninus (Tony Curtis.) En el diálogo se utilizan simbólicamente las palabras ostras y caracoles. Las ostras se emplean para hacer referencia a las mujeres y los caracoles a los hombres. También se debe tener en cuenta el contexto en el que transcurre el diálogo, el esclavo, semidesnudo, está bañando a su amo. A continuación transcribiré el diálogo para mostrar el juego de significados:

- ¿Robas Antoninus?
- No, amo.
- ¿Mientes?
- No, si puedo evitarlo.
- ¿Has deshonrado alguna vez a los Dioses?
- No, amo.
- ¿Te abstienes de los vicios por respecto a las virtudes morales?
- Sí, amo.
- ¿Comes ostras?
- Cuando puedo, amo.
- ¿Comes caracoles?
- No, amo.
- ¿Consideras que comer ostras es moral y comer caracoles inmoral?
- No, amo.
- Por supuesto que no, sólo es cuestión de gusto, ¿verdad?
- Sí, amo.
- Y el gusto no es lo mismo que el apetito y por lo tanto no es una cuestión de moralidad, ¿verdad?
- Se podría decir así, amo.
- Mi gusto incluye tanto a los caracoles como a las ostras.

En su momento esto supuso un auténtico desafío para el Código Hays, si bien en ningún momento se aprecia nada de forma directa, el tono, el hecho de que los dos hombres estén casi desnudos y el debate acerca de la moralidad o inmoralidad sobre comer ostras y caracoles, dejan claro al espectador que en ningún momento se están debatiendo gustos culinarios sino tendencias sexuales.

Se trata de una escena mítica para la historia del cine por lo directo de su juego de palabras y por la época en la que se produce. Además la película recoge una realidad de la cultura latina y es que en esta época la sexualidad no estaba configurado como algo tan restrictivo como después lo sería en la cultura occidental.

Sin embargo, debemos considerar, que al ser el personaje de Laurence Olivier el villano de la película, la homosexualidad es tenida en cuenta desde una connotación negativa, configurándolo como un vicioso. La sociedad norteamericana de la época nunca habrían aceptado que el tema hubiera sido tocado sin esta connotación.